sábado, 7 de abril de 2012

Historias de miedo

Historia de Alba: Nunca te quedes sola

Han pasado ya unos cuantos meses desde que me paso eso. Estaba sola en mi casa, mis padres estaban trabajando y mi hermana había ido a casa de una amiga, estaba con el portátil sentada en el sofá cuando llamaron a la puerta, fui a abrir, pero no había nadie detrás de la puerta. Pensé que había sido alguna broma, me volví a sentar y justo cuando iba a coger el portátil volvieron a llamar, esta vez fui corriendo hacia la puerta pero al abrir tampoco había nadie, me quede junto a la ventana y vi un sombra que se acercaba, abrí la puerta y se desvaneció. Muerta de miedo fui corriendo a casa de la vecina. Cuando mis padre volvieron y fuimos a casa vimos una nota pegada en la puerta, la cogí y me quede paralizada al leerla, ponía: "cuando alguien llame a tu puerta, no mires solamente hacia delante, mira también hacia atrás"

Historia de Vanesa: Guardería

Desde que me paso aquello todo el mundo me llama loca, pero no lo estoy, se lo que vi. Todo comenzo en el colegio, un compañero de clase me dijo que la guardería que estaba al lado de su casa estaba embrujada, yo no me lo creí y le dije que si se atrevía esa misma noche podíamos ir los dos a cazar a los fantasma. Yo me reía mas que nunca pero el se puso muy serio. Esa noche cuando nos dirigíamos a la guardería me contó que un día un hombre entro y mato a cinco profesoras y a tres bebes, tampoco me lo creí. Al entrar vi que todo estaba lleno de telarañas y polvo, cuando me di cuenta mi amigo había desaparecido le fui buscando y en una habitación encontré algo, algo que jamas se me olvidara. En el suelo había nueve cadáveres, cinco profesoras, tres bebes y... el de mi amigo. Salí corriendo y se lo conté a mis padres, ellos llamaron a la policía pero al llegar, no había nada, la guardería estaba vacía. Desde entonces la gente me llama loca.

Historia de Claudia: Fotografías


Hace unos meses una amiga mía se fue al bosque con su cámara para poder hacer fotos de la naturaleza, le apasiona todo ese tema. No le dava miedo irse sola, no era la primera vez. Se habia llevado su antigua cámara, con los carretes. Había gastado siete entre tantas fotos, pero cuando las llevo a revelar descubrió algo, algo de lo que todavía intenta recuperarse, en una foto de cada carrete aparece ella, en su tienda, dormida.
  Historia de Mari Luz: ZombiesEn la oscuridad de la noche brillaban unas luces. El agente Rodríguez detuvo su patrulla e
informó por el radio:

- Aquí el patrullero Rodríguez, de la unidad ciento dos. Voy a investigar un vehículo que

está en un costado de la ruta. Aparentemente es una ambulancia. Posible accidente. En el
kilómetro ochocientos cuarenta de la ruta diez.
- Copiado - le respondió una voz -. Ya va otra unidad en camino.

Rodríguez bajó de la patrulla y encendió la linterna. A unos cinco metros de la ruta,

inclinada hacia un lado en un terraplén, estaba la ambulancia, con la puerta de atrás abierta y
las luces de la sirena encendidas.
El pastizal era alto, por encima de la rodilla, por lo que Rodríguez avanzó con mucha cautela.
Levantó la linterna para iluminar la parte delantera. No había nadie allí, pero vio mucha sangre
y vidrios rotos. Rodríguez abrió la puerta y examinó detenidamente. La cantidad de vidrio sobre
el asiento le indicaba que alguien había roto la ventanilla desde afuera, y que tal vez sacaron al
conductor por allí.
Fue hacia la parte de atrás, también estaba vacía, y había sangre por todos lados.

Escuchó un ruido detrás de él, volteó rápidamente y vio a un cuerpo irguiéndose hasta quedar

sentado sobre el pasto. Era una mujer vestida de azul, una enfermera, y tenía la mitad de la
cara destrozada.
Rodríguez tenía años en la carretera, y no se impresionaba fácilmente. Dio unos pasos hacia la
mujer y apoyó su mano en el hombro de ésta.

- Tranquila - le dijo -. Ya viene la ayuda. La mujer le agarró el brazo con una mano y lo mordió

a la altura de la muñeca, arrancándole un trozo. Rodríguez retrocedió a la vez que sacaba la pistola.
- ¡Ah! ¡Maldita! - gritó Rodríguez. En ese preciso instante escuchó ruidos que venían de direcciones
contrarias. Enfocó la linterna hacia un lado. Un hombre desfigurado, de rostro sanguinolento, corría
hacia él; era el conductor. Al iluminar el otro lado vio alguien más se le acercaba corriendo; era el
hombre que murió en la ambulancia y revivió como un zombie.
Sonaron unos disparos y después se escucharon gritos, los de Rodríguez.

Cuando llegaron otros agentes al lugar no encontraron a nadie. Solo vieron sangre por todos lados, y

un rastro que se alejaba por el campo.
A la mañana siguiente, un niño jugaba con su perro en el fondo de una solitaria casa. De pronto el
perro se puso firme en sus patas y ladró hacia el campo. El niño miró hacia donde aquél ladraba,
viendo a cuatro personas que se acercaban con paso desparejo y vacilante.

- ¡Papá, viene gente! - anunció el niño.



Estas son la historias de hoy, esperamos haberos asustado.



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